lunes, 26 de octubre de 2009

Píldoras… La Felicidad en el marco de la Guerra Espiritual

Al principio del VII libro de La República, por medio del célebre Mito o alegoría de la caverna, el joven filósofo griego Platón explica su teoría en relación a la situación del hombre frente al conocimiento de la realidad; diferenciando la existencia de dos realidades: el mundo inteligible, correspondiente a la esencia de la realidad, al cual solo se puede acceder por medio del uso de la razón, entiéndase como tal el mundo de las ideas o NOUMENO y por otro lado, el mundo sensible, conocido a través de los sentidos, llamado FENOUMENO; es decir, la apariencia de la realidad o fenómeno.

Ahora bien, podemos afirmar que, aún si hablamos de la esencia, del NOUMENO de la realidad, existen NIVELES DE PROFUNDIDAD, o niveles de realidad aún más esenciales, si se nos permite expresarnos de esa manera; es decir, abordajes o reflexiones que llegan hasta la médula, al tuétano mismo de nuestra existencia.

Y, a la luz de entendernos, de llegar a lo que real y esencialmente constituye nuestra naturaleza, el NOUMENO de nuestra existencia, deberíamos de admitir que somos SERES ESPIRITUALES; seres espirituales viviendo una existencia humana transitoria, temporal y pasajera; venimos de y vamos hacia…nuestra eterna existencia espiritual y vivimos, esta es la médula de nuestro entorno, en el marco de una guerra, una guerra espiritual claramente definida entre el BIEN y el MAL; una lucha cotidiana entre el AMOR, la solidaridad, la generosidad, tolerancia y Paz en contraposición al EGOISMO, la marginalidad, la avaricia, la segregación y la violencia.

Tristemente, la inmensa mayoría de nosotros, totalmente adormecidos y cegados en nuestro desconocimiento de la realidad, de la esencia de nuestra realidad, vivimos a nivel de las apariencias, drogados por el consumismo embrutecedor o asfixiados por las carencias extremas fruto de la marginación, sin acceso, en muchos de los casos, a las condiciones mínimas e indispensables para sobrellevar una vida decente; acorralados por el miedo al fracaso económico y social de cara a estándares de éxito y felicidad totalmente deformados y hedonistas, presos del pánico frente a la delincuencia o frente a los fenómenos naturales, la mayoría somos cotidianamente distraídos y ajenos a lo que realmente o esencialmente sucede a nuestro alrededor, limitándonos a ser simples víctimas inocentes, simples mercados meta o manipulables electores, ingenuos participantes y perdedores en nuestro drama y en el marco del cual NO TENEMOS VOZ NI VOTO; o, si lo tenemos, NO HACEMOS USO DE ELLO.

Ahora bien, no podemos negar que existe un pequeño porcentaje de personas totalmente claras y alineadas en esta guerra, personas conscientes y enfocadas a dar la dura batalla para que reine, en La Tierra, ya sea la Civilización del AMOR, el Reino de Dios o, por el contrario, en el otro bando, para que reine una caótica amalgamada de seres egoístas devorándonos unos a otros en la búsqueda de un espejismo de felicidad que lo único que produce son sociedades hedonistas, desiguales, corruptas, violentas, injustas y oscuras.


Por favor, despertemos ¡!!

Abramos los ojos ¡!!!

… volteemos la mirada y observemos la realidad tal cual, en su esencia, de tal forma que tengamos la opción de decidir, de alinearnos y de tomar posturas, haciendo uso de nuestro libre y conciente discernimiento a partir del cual tendremos la única genuina opción de ser verdadera y sosteniblemente felices... si optamos por cultivar una forma de vida centrada en el AMOR y entrega hacia nuestras familias, amigos, comunidades y conciudadanos;

… la oportunidad existe, frente a nuestras narices… depende de ti y de mí, de cada uno de nosotros, el dejar caer el velo de nuestros ojos y VER CON CLARIDAD, vivir con libertad plena y ser verdaderamente felices.

Enhorabuena, para adelante, vamos, avancemos, decidámoslo, vivamos con plenitud, con liberad, seamos felices de a de veras en el AMOR…

Adelante ¡!!!


Don Lupara (Electricista)

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