Efesios 6, 1 - 9
HIJOS, PADRES, SIERVOS Y PATRONES
“
1] Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre.
[2] Es, además, el primer mandamiento que va acompañado de una promesa:
[3] Para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra.
[4] Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor.
[5] Siervos, obedezcan a sus patrones de este mundo con respeto y responsabilidad, con corazón sincero, como quien obedece a Cristo.
[6] No se fijen en si son vigilados o si ganarán consideración, pues ustedes son siervos de Cristo que hacen con gusto la voluntad de Dios.
[7] Hagan su trabajo con empeño, por el Señor y no por los hombres,
[8] sabiendo que el Señor retribuirá a cada uno según el bien que haya hecho, sea siervo o sea libre.
[9] Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas; tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, y que ése no hace distinción de personas.
… ”
Los seres humanos tendemos fácilmente a ver “la paja en el ojo ajeno y no la VIGA en el nuestro”; así, con facilidad, al leer estos versículos de la carta de San Pablo a los EFESIOS pensamos:
Es verdad ¡!!
· “Mis hijos deben Honrarme y Respetarme…”
O, nos alegramos y señalamos: Escuchen!, la palabra de Dios dice que…
· “Mis padres deben tratarme con Amor y bajo la inspiración de Jesús”
…
· “Mis empleados y subalternos deben trabajar para mí como si trabajaran para Dios Padre mismo, con esa entrega, responsabilidad, compromiso y no por ser vigilados o para ser recompensados”.
· “Mis patrones o jefes deben tratarme con respeto, sin amenazas, como Hijo de Dios porque ante DIOS TODOS SOMOS IGUALES, TODOS SOMOS HERMANOS EN CRISTO JESUS.”
TENDEMOS A NO REFLEXIONAR, A NO AUTO-CUESTIONARNOS.
Debemos aceptar que todos y cada uno de nosotros jugamos esos roles a lo largo de nuestras vidas; y que el llamado es a que asumamos positivamente actitudes de respeto y AMOR hacia nuestros Padres (como hijos); hacia nuestros hijos (Como Padres); hacia nuestros Jefes y Empresas u Organizaciones para las cuales laboramos… y hacia nuestros empleados o subalternos (inclusive hacia la empleada del servicio doméstico que, en casa, muchas veces ignoramos y maltratamos).
Vuelve a leer EFESIOS 6, 1-9
Y luego ORA CON NOSOTROS PARA QUE EN ESPAÑA, EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, EN AMERICA LATINA… en LA HUMANIDAD ENTERA:
DIOS PADRE nos llene de su Gracia y Fuerza de Voluntad de tal forma que, cada día, TODOS nuestros PENSAMIENTOS, PALABRAS y ACCIONES sean de SU Agrado; convirtiéndonos en verdaderos TESTIGOS y PROPAGADORES DEL AMOR DE DIOS en nuestros ambientes, en nuestros Hogares, en nuestras comunidades y en nuestras Organizaciones Empresariales o Laborales.
QUE ASI SEA.
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